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¿Cómo saber si mi bebé está enfermo?

¿Cómo saber si mi bebé está enfermo?

La gran mayoría de bebés se enferman al menos una vez en el primer año de sus vidas. Esto es completamente normal, el sistema inmune de nuestros bebés aún se está desarrollando, y este se hace más fuerte cuando lucha contra enfermedades. Todo esto es parte de la aventura de crecer. 

Sin embargo, para nosotros los padres esto probablemente representará mucha angustia, es por eso que aquí te compartimos las más comunes señales de alerta de que tu bebé está enfermo. 

Recuerda que nadie conoce mejor a tu bebé que tú. Confía en tus instintos y recuerda contactar al pediatra en caso de que creas que tu bebé necesita ser visto por un médico. 

Fiebre 

Tal vez el síntoma más común y más temido por las madres. Fiebre significa que tu bebé tiene una temperatura corporal elevada, ya que su cuerpo está luchando una infección. Tener temperatura alta ayuda al sistema inmunológico  a luchar contra la infección, por lo que es una respuesta natural de nuestro organismo. 

Normalmente, podrás saber que tu bebé está afiebrado con tan solo tocarlo. Podrás sentirlo en su frente, sin embargo, en bebés menores de un año es mejor sentir su abdomen y espalda. Puede que tu bebé tenga las mejillas enrojecidas y sentirse húmedo o sudoroso. Lo mejor que podemos hacer si creemos que nuestro bebé tiene fiebre es tomar la temperatura con un termómetro pediátrico. 

La gran mayoría de las fiebres terminarán pronto y no necesitan de ningún tratamiento, pero es importante llamar al pediatra si: 

  • Tu bebé menor a 3 meses tiene temperatura de 38 grados celsius o superior. 
  • Tu bebé entre 3 y 6 meses tiene temperatura de 39 grados celsius o superior.
  • En caso de que la fiebre venga acompañada de mucho malestar. 

Recuerda siempre preguntar al pediatra sobre medicamentos y cantidades antes de dársela a tu bebé. 

Erupciones o sarpullidos 

Muchas enfermedades infantiles causan erupciones, y en su mayoría estas enfermedades son inofensivas. El  sarpullido aparece cuando los virus o las bacterias infectan su cuerpo. Las manchas, ampollas o granitos en su piel son consecuencia de una toxina producida por la infección o una reacción inmune de su cuerpo.

La mayoría de las erupciones infantiles se pueden tratar en casa, sin embargo, es recomendable contactar al pediatra para recomendaciones sobre posibles métodos o medicamentos. Las erupciones cutáneas en la infancia temprana (es decir durante los primeros años) son: 

  • Varicela
  • Eritema infeccioso
  • Roséola
  • Escarlatina (poco común gracias al tratamiento eficaz con antibióticos)
  • Sarampión (cada vez menos común gracias a la adopción de la vacuna SPR)
  • Rubéola (cada vez menos común gracias a la adopción de la vacuna SPR)

Un brote irregular de piel roja, morado o gris en pieles más oscuras,  y con picazón podría ser un eczema. Es más probable que tu bebé tenga eczema si hay alergias en su familia o si su piel es sensible a determinados productos o alimentos. En caso de creer que tu bebé tiene eczema, lo mejor es llevarlo al médico para poder empezar un tratamiento acorde. 

Tos

En la mayoría de los casos si tu bebé tiene tos es porque tiene un resfriado común, en general esta puede ser tratada en casa, y tu bebé debería estar recuperado en promedio dentro de 10 días. 

No obstante, algunas toses pueden justificar una llamada o visita al doctor como son: 

  • Crup –tos que suena como ladrido 
  • Bronquiolitis –tos seca, áspera y persistente 
  • Tos ferina –tos que suena como un grito
  • Neumonía –cuando la tos empeora y causa tos con flema color amarillo, verde, café o manchado de sangre. 

Nariz congestionada y/o mocos 

Una nariz mocosa se volverá algo relativamente frecuente a medida que tu bebé vaya creciendo. En realidad, los mocos son muy importantes para la salud del bebé, estos lubrican y protegen sus vías respiratorias lo cual evita que partículas y bacterias entren al tracto respiratorio. 

Mientras los bebés crecen, la congestión nasal y una nariz mocosa suelen ser debido a un resfriado común. El cuerpo de los bebés produce mocos adicionales en respuesta a una infección. El resfriado común debería desaparecer en un par de semanas y normalmente no necesita de tratamiento médico. 

Tener la nariz tapada puede ser muy incómodo y puede provocar que el bebé tenga menos apetito, no duerma bien, esté irritable y más cansado que de costumbre. Normalmente, con consuelo de sus padres y en un par de semanas todo quedará olvidado. Pero en caso de sentir que el resfriado no mejora o está acompañado de fiebre alta, es importante consultar al pediatra sobre posibles causas y tratamientos. 

Vómitos y diarrea

Los vómitos y la diarrea juntos suelen ser signos de que tu bebé tiene un virus estomacal. El vómito es un reflejo fuerte y puede ocasionar dolor, además de venir acompañado de molestias estomacales causadas por la infección. 

 El vómito normalmente mejora dentro de un día o dos, sin tratamiento en particular, lo único que debemos hacer como padres es mantenerlo correctamente hidratado. 

La diarrea en bebés significa más de un pañal con heces aguadas. Esta también debería resolverse sin mayor problema en un par de días. De nuevo, la principal preocupación es la deshidratación

Los bebés pueden perder líquidos rápidamente cuando están enfermos, por lo que si aún estás amamantando, es una buena idea hacerlo más a menudo, y en caso de que tome fórmula, también darle de beber agua hervida. Si tu bebé ya ha empezado a comer sólidos, y  ha perdido el apetito, recuerda que lo más importante es mantenerlo hidratado, estará comiendo como de costumbre en un par de días. 

Si no estás seguro de la gravedad de los vómitos o la diarrea de tu bebé, consulta siempre con el pediatra. 

Recuerda consultar con tu médico tanto como lo necesites para estar tranquilo. Esta no es una lista completa de todos los posibles síntomas que tu bebé puede presentar, pero sí de los más comunes, en caso de que tu bebé presente síntomas extraños por favor consulta con tu médico. Confía en tus instintos y no dudes en pedir ayuda a tu pediatra. 

Es importante recordar que los abrazos de mamá y papá también son muy recomendados para ayudar a nuestros pequeños a sentirse mejor pronto. 

*Información entregada por la Dra. Marbelis Hernández, especialista en Pediatría.